Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno, María Santísima de la Redención y Santo Sepulcro del Señor. Albox (Almería)
 

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ÍNDICE:

 

Curso 2023-2024

 

Curso Cofrade 2023-2024

Año 2023

 

Apertura del curso cofrade 2023-2024:

El nuevo Curso Cofrade 2023-2024 se inició el 23 de septiembre de 2024 comenzando con la Santa Misa y con Dedicatoria especial y Besamanos en honor a María Santísima de la Redención. La Función Religiosa se celebró a las 8 de la tarde en la Iglesia de Santa María, oficiada por don Antonio José Villegas Romero, Consiliario de la Cofradía.

 

En la lectura de entrada en honor de la Santísima Virgen, el Hermano Mayor, don José Manuel Llort Granero, hizo una glosa del santo Rosario, como oración predilecta y lanzó un mensaje a todos los cofrades para que  acudan todo el año a los actos que celebre la Cofradía. Este es su tenor literal:

 

MONICIÓN DE ENTRADA:

 

Hermanos y hermanas, bienvenidos a esta celebración:

 

El papa san Juan Pablo II escribió: “El Rosario es mi oración predilecta. Plegaria maravillosa, por su sencillez y su profundidad”. “El bendito Rosario de María es la dulce cadena que nos une con Dios, vínculo de amor, torre de salvación, con el que se invoca a la Virgen como mediadora universal”.

Otro año más, nos preparamos para iniciar un Curso Cofrade. En este caso el 2023-2024. Aparentemente parece una celebración más, pero solo aparentemente porque marca el inicio de todo un año dedicado al enaltecimiento y veneración de nuestras Sagradas Imágenes. Entre los miembros de la Junta de Gobierno de la Hermandad bulle esta idea: una cosa es el culto externo, -la procesión-, y otra el culto interno a las Imágenes en la iglesia. Si la procesión es importante, también lo es que la celebración de nuestra fe requiera la máxima atención para nosotros.

El Curso Cofrade tiene más días que los siete de la Semana Santa o los cuarenta de la Cuaresma. En ese gran espacio se trata de ampliar e intensificar ese culto interno para no limitar el cristianismo a mero sentimiento de Martes Santo y Viernes Santo, sino que ayude a mantener la coherencia con las creencias que decimos profesar, proyectándolas incluso más allá de nosotros los cofrades moraos.

Desde la Junta de Gobierno, animamos a todos los cofrades moraos a acercarse a su Cofradía y participar en todos los actos que durante el presente Curso Cofrade se realizarán. Queremos que nos aportéis vuestras opiniones, ideas y como no, que tengáis cada día presentes a nuestras Sagradas Imágenes.

Hoy, además, es un día especial, por un lado, estamos celebrando culto a María Santísima de la Redención, y otro aspecto para que sea día especial, es que acogeremos a nuestros nuevos hermanos honorarios, personas que nos sirven de espejo donde reflejarnos y aprender siempre de ellos, ya que han dado toda su vida y siguen dándola por la Cofradía.

¡QUE NUESTRO PADRE JESÚS NAZARENO Y MARÍA SANTÍSIMA DE LA REDENCIÓN OS ACERQUEN!

 

Acogida de Hermanos Honorarios e imposición de Medalla de Oro:

 

La celebración del 23 de septiembre continuó con el acto de acogida como Hermanos Honorarios de don José Giménez Soria y don José Antonio García Martínez, y con la imposición de la Medalla de Oro de la Cofradía a don Victoriano Jiménez Sanz, en reconocimiento por su trayectoria al servicio de la Cofradía.

 

Antecedentes:

 

En la Asamblea General de la Cofradía celebrada el 30 de mayo de 2022, a propuesta de la Junta de Gobierno se aprobó por unanimidad lo siguiente:

Otorgar la Medalla de Oro de la Cofradía, la máxima distinción, a don Victoriano Jiménez Sanz por haber sido el motor que supo mover a la Cofradía desde la reorganización de 1979, y que aún hoy con 82 años continúa ayudando de forma incansable en todo lo que le Junta de Gobierno le pide.

Otorgar el título de Hermano Honorario a don José Giménez Soria porque siempre ha estado ayudando de forma incansable en todas las gestiones que ha necesitado la Cofradía, por estar al frente de la página Web, por actualizar la historia de la Cofradía y por la confección del boletín Nazoreo.

Otorgar el título de Hermano Honorario a don José Antonio García Martínez, Mayordomo y Vestidor de Nuestro Padre Jesús Nazareno desde la reorganización de 1979, y por estar en permanente servicio de la Junta de Gobierno en todos los montajes y desmontajes, y donde se requerido.

De la propuesta aprobada por la Asamblea, el Secretario informó a la Parroquia y una vez ratificado, se remitió al Obispado para su Visto Bueno. Una vez obtenido el Vº Bº del Señor Obispo, se determinaría la fecha para la entrega de estas distinciones.

El contenido de este punto fue comunicado por carta del Hermano Mayor José Manuel Llort Granero, a los interesados.


          Introducción del Hermano Mayor, José M. Llort Granero:

Estimados Hermanos y Hermanas:

 

Iniciamos aquí un acto muy importante para esta Junta de Gobierno. Antes de la pandemia pasada hablamos de hacer una serie de distinciones, según marcan nuestros Estatutos, a varias personas por su labor continuada en pro de nuestra Cofradía. Se pensó crear una comisión para tal fin, pero tuvimos que cortar de raíz todos nuestros actos cofrades.

En abril del pasado año 2022, coincidiendo de la reanudación de actos y reuniones cofrades, un hermano de nuestra Cofradía nos envió una carta para que estudiásemos la posibilidad de realizar un homenaje en forma de nombramiento a don José Giménez Soria. La Junta de Gobierno retomó la idea para llevar a cabo tres nombramientos, entre otras cosas, porque es conocedora de la amistad que une a los tres homenajeados. Aunque el acto sea conjunto, queremos diferenciar cada uno de ellos como una parte individual dentro del acto global, porque se lo merecen cada uno de ellos. Pedimos perdón por si alguien no coincide con nuestra forma de proceder y cree que nos hemos equivocado en estos planteamientos.

Las propuestas de nombramientos fueron llevadas por la Junta de Gobierno a la Asamblea General Ordinaria del 30 de mayo del 2022 y las aprobó por unanimidad.

Para que la aprobación quedara perfectamente planteada, procedimos a solicitar del Obispado el visto bueno de Monseñor Don Antonio Gómez Cantero nuestro Obispo, y a finales del año 2022 recibimos el documento de aprobación de dichos nombramientos.

El Secretario leerá el documento aprobado por el Obispado y acto seguido doña Carmen Navarrete iniciará el acto de acogida de nuestros hermanos y el de imposición de la Medalla de Oro.

 

Documento del Obispado aprobando las distinciones:

 

 

Leído el documento de distinciones aprobado por el Obispado, la Cofradía rindió homenaje a los distinguidos cofrades a que hace referencia la aprobación.

 

Exposición de motivos sobre los galardonados a cargo de doña Carmen Navarrete:

 

Nuestra Cofradía se refundó en el año 1858 según el Libro primero de la Cofradía de Jesús, custodiado en la Secretaría, como continuación de la Cofradía del Santísimo Sacramento. Las Hermandades del Santísimo Sacramento resurgieron en 1539 –siglo XVI- con el papa Paulo III. En abril de 1603 una bula del papa Clemente VIII cita a la Cofradía del Santísimo Sacramento de Albox, lo que hace suponer que ya existía como otras en el Obispado de Almería. Durante muchos años, son muchos los hombres y mujeres que han luchado por los fines de nuestra Cofradía.

En el año 1979, la Cofradía resurgió después de años sin que nuestras Imágenes estuvieran en la calle en Semana Santa, aunque el Santo Sepulcro salía en la noche del Viernes Santo.

Hoy la Cofradía quiere homenajear a tres personas que han trabajado de forma incansable desde jóvenes en su favor y aún siguen activos al lado de la Junta de Gobierno. Han seguido el camino de tantos y tantos cofrades, que desde el siglo XVI han hecho posible el culto a nuestras Sagradas Imágenes y al Santísimo Sacramento.

Supieron rodearse de buenos cofrades que año tras año han ayudado a engrandecer el patrimonio humano y espiritual de la Cofradía de los Moraos. De ellos podemos decir que son la cabeza visible de todos esos cofrades que en el año 1979 y posteriores trabajaron para sacar de nuevo los Imágenes a la calle.

Han pasado 45 años desde la última reorganización de nuestra Cofradía. Es mucho lo que podríamos contar de ese tiempo: se realizaron tronos e imágenes, se impuso el fajín de General del Ejército a la Virgen, etc. Nuestros tres hermanos fueron parte activa para la consecución de estos y otros los objetivos.

 

En primer lugar celebramos la acogida como Hermanos Honorarios de José Giménez Soria y José Antonio García Martínez.

 

JOSÉ GIMÉNEZ SORIA

De pequeño presenciaba las procesiones desde la casa de sus tíos en la calle Antonio Martínez, que eran del “paso negro”. Es cofrade desde 1947, su madre lo apuntó a la Cofradía de los moraos y comenzó a salir en las filas del Nazareno. Asistía también a los oficios de Jueves Santo y Viernes Santo. A finales de los años 60 la Semana Santa de Albox entró en declive y los tronos dejaron de procesionar.  En el año 60 un grupo de jóvenes se les ocurrió sacar el Santo Entierro el Viernes Santo y Pepe fue propuesto como Mayordomo, puesto que ocupó varios años.

En el año 1979 la Cofradía se reorganizó y él ayudó en lo que hizo falta. Muchos han sido los proyectos que en esos años se sacaron adelante y en los que él estuvo implicado: la nueva talla del Cristo Yacente, el nuevo trono del Santo Entierro, la bendición de la talla de la Virgen de la Redención, las relaciones con la Guardia Civil y con el Ejercito, entre otras.

Fue clave en las gestiones para que nuestra Virgen luciera el fajín de General. Realizó varios viajes desde Madrid para asistir a reuniones en el Gobierno Militar o en el Obispado. Las negociaciones hicieron cambiar el parecer del entonces Obispo Monseñor Rosendo Álvarez Gastón, que finalmente autorizó el acto del General Manuel Valero Catalán para la imposición del fajín a nuestra Madre de la Redención.

Si bien, Pepe Giménez vivía en Madrid, mantuvo continuo contacto con Víctor Jiménez Sanz, y era parte activa en todas las decisiones. En la procesión del Viernes Santo hacía de Mayordomo de Procesión, organizando los tramos e insignias, y la posición de las bandas.

En el año 1999 fue designado Pregonero de la Semana Santa de Albox. En esta Iglesia de Santa María pronunció uno de los mejores pregones que hemos podido escuchar de la Semana Santa albojense.

En la etapa que se inició en el año 2009 ha seguido siendo parte activa. Tomó contacto con la nueva Junta de Gobierno en el viaje a Sevilla para la nueva candelería encargada al taller de Hijo de Juan Fernández. Con ese motivo pudimos compartir un extraordinario día de amistad cofrade, donde se afianzaron los lazos entre él y los recién llegados a la Cofradía. Han sido muchos los hitos conseguidos y siempre ha sido un excelente consejero. Suyos han sido los escritos para distintas instituciones. También ha hecho de diputado de cultos, de webmaster y una labor de recogida histórica de lo que ocurre en nuestra formación nazarena.

Hay dos cosas importantes tanto para él como para la Junta de Gobierno:

El boletín Nazoreo del que es director y alma mater y que cada Cuaresma, desde 1999 sale puntual a la cita de sus cofrades, así como la Web de la Cofradía.

Así mismo los nuevos Estatutos que rigen la Cofradía desde el año 2011, fueron elaborados prácticamente en su totalidad por él.

Es imposible plasmar en un texto breve lo que Pepe Giménez Soria ha realizado por la Cofradía. Podemos decir muy orgullosos, que, desde Málaga, forma parte de nosotros y siempre gusta escuchar sus sabios consejos. A su lado cuenta con el apoyo María Luisa Sánchez, su esposa. Con ella compartimos hace pocos años el camino de la Romería del Saliente y unos churros con chocolate posteriores.

Por estos y por muchos temas cofrades donde ha aportado su grano de arena, la Cofradía de Ntro. Padre Jesús Nazareno, María Santísima de la Redención y Santo Sepulcro del Señor de Albox acoge como nuevo Hermano Honorario a don José Giménez Soria.

 

En el Altar Mayor de la Iglesia le entregaron la correspondiente distinción Pedro Jesús Silvente Sánchez y Francisco Javier Rodríguez Carricondo.

 

JOSÉ ANTONIO GARCÍA MARTÍNEZ

Pepe García Martínez nació apegado a la Imagen de Nuestro Padre Jesús, pero su primer recuerdo es la imagen de Cristo cubierto con una colcha de color morado en el Sepulcro. De pequeño empezó llevando el capirote y algo mayor se hizo ayudante de Manuel el Gallao para vestir al Nazareno y arreglar el trono. Esto lo marcó para siempre.

Pepe García viene de una familia morada, de hecho, su padre Pepe el Hornero, fue andero del Sepulcro. Fue en el año 1979 cuando entró a formar parte de la Junta de Gobierno con su amigo y vecino Víctor Jiménez Sanz. En ese año, tuvieron que buscar tronos para poder salir a la calle. Sirva como anécdota que fueron al cortijo de Don Simeón Rodríguez Fernández para sacar un trono de un corral que tuvieron que limpiar antes de prepararlo para la procesión.

Pepe García ocupó el puesto de Secretario de la Cofradía en el año 1980, puesto que mantuvo durante el mandato de Víctor Jiménez Sanz. Desde los primeros años 80 se convirtió en Mayordomo del “Señor de Albox”, hasta finales de los años 90. En todos esos años ha ejercido en la Cofradía una labor de “prioste”, asesorando cómo realizar todas las labores de montaje de los tronos y dando solución a todos los imprevistos. Ha sido un Mayordomo de Trono muy respetado por sus anderos. Sus órdenes se cumplían sin ninguna protesta y los que han sido anderos bajo su mayordomía aun hoy siguen respetando sus consejos.

Una prueba del liderazgo de Pepe García como Mayordomo ocurrió en el año 1995. El Viernes Santo de ese año se estrenó el actual trono del Nazareno y para ello se buscaron 40 anderos que resultaron insuficientes. Hay que recordar que el anterior trono calzaba 22 anderos y el actual 60. Fue muy complicado regresar a la Iglesia porque los anderos no podían con el gran peso del trono. Nadie protestó, solo seguían los consejos del Mayordomo. Gracias a Pepe García, todos los anderos apretaron los dientes y al final terminaron la procesión.

Los que hemos vivido “el paso morado infantil”, no olvidamos el trono que Pepe García encontró en una carpintería de la zona del altiplano de Granada. Lo iban a destruir y consiguió traerlo para la Cofradía. Una vez restaurado, comenzó a procesionar con el Nazareno en miniatura y sigue en la tarde del Sábado de Pasión.

En el año 2009 dejó la Junta de Gobierno en la que entraron sus hijos y su esposa. Aunque no formase parte de la Junta de Gobierno, ha seguido a su lado aconsejando, poniendo orden en todos los montajes y desmontajes y sobre todo, haciendo mejor la convivencia de todo el grupo.

Al igual que hemos comentado con José Giménez Soria, con Pepe García son muchas las vivencias y anécdotas que podríamos plasmar en este escrito.

Este último año ha sido muy difícil para él y su familia, al igual que también ha sido dura para toda la Junta de Gobierno.  A pesar de eso, le agradecemos que esté hoy con nosotros.

Por toda una vida cofrade a su servicio, la Cofradía de Ntro. Padre Jesús Nazareno, María Santísima de la Redención y Santo Sepulcro del Señor de Albox, acoge como nuevo Hermano Honorario a don José Antonio García Martínez.

 

En el Altar Mayor de la Iglesia le entregaron la correspondiente distinción Ascensión Jiménez Martínez y Encarnación Castillo Vílchez.

 

Una vez en poder de los nuevos Hermanos Honorarios los diplomas acreditativos de su nueva condición, el acto continuó con la imposición de la Medalla de Oro de la Cofradía a Victoriano Jiménez Sanz

 

VICTORIANO JIMÉNEZ SANZ

Víctor Jiménez Sanz nació en el seno de una familia morada y desde entonces estuvo muy apegado a la Cofradía del Nazareno. Fue monaguillo en tiempos de don Andrés Martínez Segura y contaba que, alguna que otra vez, los monaguillos se bebían el vino que sobraba en la Misa.

De niño se vestía la túnica todos los días de Semana Santa y se paseaba por los alrededores de Santa María. En su casa solo había una túnica que compartía con su hermano Juan Jiménez. Un Viernes Santo le tocó ponérsela y la llevó puesta todo el día. Siguiendo el ejemplo de su hermano Juan empezó a vestirse de nazareno con el Señor de Albox. Siempre estuvo cerca de los que entonces dirigían la Cofradía.

Su historia ha estado ligada a la de José Giménez Soria. Tras el año 1960 Víctor fue andero del Sepulcro, del que José Giménez era Mayordomo.

El carisma de Víctor, entre los jóvenes cofrades, era muy evidente. Refiere que un día Juan Pedro Granados, que muchos años fue presidente del Paso Blanco, le dijo que era una pena que él no hubiera pertenecido a su Cofradía, tanta era su admiración por nuestro homenajeado.

Durante los años 60 y 70 no pudimos ver los tronos por las calles de Albox. Fue a finales de los 70 cuando Antonio Rubio Fernández, más conocido como Antonio “el Ico”, buscó a Víctor y le comentó que las cofradías podrían reorganizarse y sacar los tronos a la calle. Fue el pistoletazo para que los jóvenes cofrades de todas las hermandades volvieran a reunirse;  adquirieron nuevas túnicas y nuevos enseres. En la Semana Santa de 1979 las cofradías volvieron a las calles y se recuperó la tradición de los mayores.

Todo barco debe tener un capitán y en este caso, se eligió a Víctor Jiménez como responsable de la nave morada. Su don de gentes y la forma de ser de Víctor hicieron de él un líder natural que todo el mundo seguía. Fueron años de esplendor cofrade donde él fue la cabeza de un grupo de personas que luchó por muchos hitos, y lo consiguieron.

Otra persona importante en la vida cofrade de Víctor, fue el párroco de Santa María en los años 80, D. Antonio Rueda. Fue el asesor espiritual que ayudó a Víctor y a su grupo en muchos de los proyectos de la Cofradía. Entre ambos nació una relación, más de familia, que de amigos.

Durante los 20 años que Víctor estuvo de Hermano Mayor se talló la nueva imagen del Cristo Yacente, se adquirió la imagen de María Santísima de la Redención, se adquirieron tronos y nuevos locales, y se establecieron relaciones con la Guardia Civil y el Ejército, entre otras cosas. 

Durante esos años 80, los montajes de los tronos de la Cofradía se llenaban de niños cofrades que iban con sus padres y querían ayudar. Había quien se reía y decían a Víctor que su Cofradía no tenía mucha mano de obra de cofrades, solo a unos niños ayudando. Él respondía que era su “Escolanía”. Actualmente su escolanía  lleva las riendas de la Cofradía morada.

Por su trabajo en la farmacia, Víctor ha conseguido que muchos se hicieran hermanos o hermanas de nuestra Cofradía. Como hemos comentado, es un hombre de un carisma excepcional, un líder con muchos seguidores y muy querido como persona.

Tras dejar de ser Hermano Mayor, ayudó en todo lo que pudo a la Junta de Gobierno de doña Natalia Campos Corchado, de la que fue su mano derecha.

Al igual que Pepe Giménez Soria y Pepe García, es nuestro eficaz consejero. Es necesario escuchar a quien tanto ha vivido en nuestra Cofradía para no caer en errores y que todo salga bien. Víctor, sigue con nosotros. Sigue ayudando en la venta de lotería, en conseguir donativos y en hacer visitas de captación de entradas para cenas. Propone iniciativas a la Junta de Gobierno, representa a la Cofradía en los actos de la Legión e incluso con Pepe García, acompaña a los mandos de la Legión en la tarde-noche del Viernes Santo. 

Por todo lo narrado y lo mucho que podríamos decir, por su carisma, por su servicio a la Cofradía durante toda su vida y lo que aún queda, la Junta de Gobierno de la Cofradía de Ntro. Padre Jesús Nazareno, María Santísima de la Redención y Santo Sepulcro del Señor de Albox, otorga la máxima distinción que recogen los Estatutos, la Medalla de Oro de la Cofradía a don Victoriano Jiménez Sanz.

 

Hasta aquí hemos hecho un repaso de gran parte de la historia de nuestra Cofradía, porque los tres cofrades que hoy homenajeamos son parte de ella y la han escrito con letras de oro.

 

En el Altar Mayor de la Iglesia el Hermano Mayor, José Manuel Llort Granero y el Vicehermano Mayor Pedro Jesús García Sánchez, le impusieron la Medalla de Oro de la Cofradía.

 

Al terminar su exposición Carmen Navarrete cedió la palabra a don José Giménez Soria que agradeció en nombre de los tres homenajeados, las distinciones otorgadas.

 

Palabras de agradecimiento de José Giménez Soria:

 

Hacía 20 años que nuestra Semana Santa tenía más de purgatorio que de Gloria. No veíamos ni un capirote ni un trono, tampoco sonaban tambores y trompetas, y las imágenes, estáticas en sus nichos, parecían almas en pena. Al comienzo de 1979 “los moraos”- mi Cofradía- anunciaron que iban a sacar las Imágenes en procesión y no quise perderme ver al Nazareno en la noche del Jueves Santo. El 12 de abril de ese año subió a la Loma con la Toalla Ceñida, y yo lo acompañé llevando una vela. Ese día recobré mi vocación cofrade.

 

Reverendo don Antonio José, Párroco y Consiliario, Hermano Mayor José Manuel, Junta de Gobierno, hermanos cofrades y amigos, señoras y señores:

Gracias José Manuel: Tus palabras son muy ilustrativas. Nos llamas hermanos en Cristo y eso nos recuerda la respuesta de Jesús a los que le rodeaban cuando le dijeron que lo buscaban su Madre y sus hermanos. «Mi Madre y mis hermanos son los que oyen la palabra de Dios y la practican», les dijo. Esta frase tan magistral la tenemos grabada en el corazón Víctor Jiménez Sanz, Pepe García Martínez y yo desde que éramos niños. Oír la palabra de Dios y practicarla, es lo que nos pide Jesús Nazareno.

Gracias de nuevo Hermano Mayor; gracias, hermanos cofrades. Con humildad y por acuerdo entre nosotros, me cabe el honor de agradeceros en nombre de los tres la distinción que nos habéis otorgado. De quien fue la iniciativa mostró generosidad. Ser generoso, es una cualidad que impulsa a hacer una buena obra sin pedir nada a cambio.

Mientras leía el escrito del Hno. Mayor informándome de estas distinciones, sentí una punzada de satisfacción porque me hermanaba con Víctor Jiménez y con Pepe García y era un orgullo para mí compartir con ellos el galardón otorgado porque ambos son el mejor ejemplo de lealtad a la Cofradía. Por sus méritos, Víctor y Pepe merecen figurar en el podio de los grandes cofrades. Han sido, y son, como las antiguas horquillas de los tronos. Firmes puntos de apoyo en todo lo que atañe a la Cofradía y a quienes la dirigen.

Víctor ha sido especialmente magnánimo con la Cofradía, en tanto Pepe ha sido la viga maestra del tinglado morao. Estaban predestinados, no para ser regidores, -lo han sido con éxito- sino para servir a una Institución sin tacha que en 1979 alcanzaba siglo y cuarto de existencia. Para Víctor levantar la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno y sacar las Imágenes en procesión aquel año, fue un reto. Para ello se rodeó de otros 12 “moraos”, como los apóstoles e hizo renacer la Cofradía.

Ha sido distinguido con la Medalla de Oro de la Cofradía por ser “el motor que supo mover la Cofradía en 1979”. Fue el primer artífice de su renacimiento y con él se inició una nueva época. Renovó su patrimonio y logró su reconocimiento público restableciendo la tradición de celebrar la Pasión en la calle. Bajo su mandato la Cofradía alcanzó popularidad, confraternizó con la Guardia Civil, obtuvo el simbólico fajín del Ejército para la Imagen de la Virgen y le fue impuesta la Medalla de Oro de la Villa otorgada por el Ayuntamiento. Víctor compartió su éxito con todos sus compañeros cofrades. Si como persona era – y sigue siendo- muy servicial, con la misma cualidad persevera ayudando sin pausa a la Cofradía. Su trayectoria como Hermano Mayor es equiparable a la de otros notables Hermanos Mayores, como don Juan Roque Rubio del Pino, el Primer Hermano Mayor, o don Simeón Rodríguez Fernández. Durante muchos años condujo el trono del Sepulcro con tanta solemnidad y maestría, que invitaba a guardar un silencio respetuoso. La Medalla de Oro rubrica sus méritos en la época más brillante y fecunda de la historia cofrade.

En 1979 se encontró con el Nazareno, con un antiguo trono desvencijado, unas túnicas raídas, unas almohadillas y poco más. Pero sobre todo se encontró con Pepe García, cuyas raíces de morao le venían de familia. La mejor cualidad de Pepe es que ha sabido cultivar la amistad con el Nazareno. Lo ha revestido, lo ha llevado a pulso, lo ha sacado a la calle y ha sido durante años su Mayordomo más cualificado. Además de gran persona, como cofrade es un trabajador nato, humilde y ejemplar, que ha dedicado muchas horas al cuidado y al ornato de la Sagrada Imagen. Con el Nazareno ha convivido calladamente día y noche todos los días de Semana Santa hasta bien entrada la madrugada. Sabe que la mirada de Jesús Nazareno irradia benevolencia y misericordia y cura los pesares humanos. Él lo valora en su intimidad y por ello lo aprecia. En la calle enaltecía la majestad del Nazareno haciendo que sus sesenta anderos se sintieran “moraos”; cuidaba su pulcritud y le bastaba un simple gesto para corregir un mal paso o un ligero error. La Mayordomía es servicio y una jerarquía, que en Pepe alcanzó el máximo rango. Hoy sus hermanos cofrades lo reconocen públicamente y lo acogen como Hermano Honorario. 

Llevo más de 70 años siendo “morao”; los últimos cuarenta aplicado en estimular el sentimiento religioso de los cofrades en el Tiempo Santo y en lo patrimonial de la Cofradía. Seguiré proclamando en el boletín Nazoreo que “Tributar culto y homenaje a Dios y solemnizar los Misterios de la Redención”, es el catecismo que nos hermana con Jesucristo y con la Gloriosa Virgen María, a cuyas Imágenes Sagradas veneramos.

Me estrené como cofrade siendo Hermano Mayor don Simeón Rodríguez Fernández. Tenía entre 10 y 12 años y mi ilusión era salir el Jueves Santo en las filas del Nazareno con una vela o un farol y subir por la calle Carril, oscura y medio desierta. Mi devoción infantil era silenciosa y la procesión era un remanso para el espíritu. Más tarde, ya de joven, una mañana de Viernes Santo ejercí de Mayordomo del Nazareno por ausencia del mayordomo titular, ni que decir tiene que salí con los nervios a flor de piel. Años después, cuando no hubo procesiones un grupo de jóvenes sacábamos el Santo Entierro. Yo hacía de Mayordomo y esas noches de Viernes Santo el corazón me daba un vuelco ante la grandeza del Misterio de Cristo Yacente. ¡Cómo no iba a emocionarme teniendo tan cerca el hecho más trascendental de la humanidad!

Poco más puedo añadir. Si acaso, una última reflexión. Los hermanos cofrades tenemos una doble tarea. Por una parte, enaltecer el Misterio de la Redención y por otra nos toca motivar la fraternidad entre todos. Es un mensaje evangélico propio para Semana Santa y también para todo el año. Estamos hermanados por haber sido creados por Dios y por la Redención de su Hijo Jesucristo, y la fraternidad es lo más eficaz para reconstruir los valores cristianos. En nuestro haber, el Misterio que celebramos con nuestras imágenes nos compromete a construir un mundo más justo y fraterno, tomando como fuente el Evangelio.

Las Imágenes son vías de acceso para acercarnos a Dios. Ya lo expusimos en 2007 en el cartel oficial de la Semana Santa que mostraba las Imágenes del Nazareno y de la Virgen con esta leyenda: “Si estas imágenes te acercan a Dios. ¡bendito seas!, pero recuerda que Cristo está en la Eucaristía”. ¡Demos pues Gloria a Cristo sacramentado!

Llegado a este punto, quiero recordar a dos dignísimos e ilustres cofrades que nos precedieron: A don Pedro Sánchez López, el primer cofrade morao a quien se le otorgó el título de Hermano Honorario en abril de 1984 y a don José Rodríguez Jiménez a quien se le nombró Hermano Honorario en marzo de 2010.

Han pasado más de dos mil años y el Nazareno sigue siendo la figura central para la mayor parte de la humanidad. Saquémosle a la calle, es el Dios de los cristianos y su Cruz es nuestra Guía. Una plegaria a su Imagen al caer la tarde del Viernes Santo le sabrá a gloria bendita.

A vosotros hermanos cofrades reiteramos nuestro agradecimiento. Los tres damos gracias a Nuestro Padre Jesús Nazareno que os ha movido los corazones y la grandeza del alma para otorgarnos estos preciados galardones. Y si como dice el salmo “¡Cerca está el Señor de los que le invocan!”, ahora elevamos nuestra voz agradecida, por su protección, su gracia y su misericordia, diciendo: “GLORIA Y HONOR A TI, SEÑOR JESÚS”.

 

Con el solemne Besamanos a María Santísima de la Redención, terminó la Función Religiosa.

 

Como colofón la Junta de Gobierno ofreció un ágape en la Sede de la Cofradía, Plaza García Haro, con asistencia de numerosos invitados.

 

Actualización el 26 de septiembre de 2023

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